LOS MASONES SEFARDITAS A COMIENZOS DEL
SIGLO XX
Una de las varias razones
por las que puede explicarse la implantación de la masonería española
en lugares como Casablanca, Tánger, Salónica (Turquía europea) o
Constantinopla es la existencia de importantes comunidades sefardíes
en esas ciudades. Los masones sefardíes tienen propensión natural a
afiliarse a logias españolas, en las que se practica el ritual en su
lengua. Vemos que en la composición de la mayoría de las logias de
Salónica, Tánger y Casablanca, entre otras, predominan los hebreos.
Mención especial merece el caso de Salónica (hoy Grecia) con 110.000
habitantes en 1907, 70.000 de los cuales eran sefardíes. Desde
primeros de siglo el G.O. Español recibió de los masones hebreos de
esa ciudad solicitudes de afiliación y de creación de talleres. La
logia Perseverancia, así como la Fazilette, la
Constitución y la Immanuel estaban formadas casi
exclusivamente por hebreos.
En muchos casos, los deseos
de estrechar relaciones con España u otras razones, tanto personales
como políticas, llevó a un número importante de masones sefardíes a
solicitar los buenos oficios del Gran Oriente Español en Madrid con el fin de
conseguir la nacionalidad española.
En Marruecos las comunidades
hebreas también cuentan con numerosos masones afiliados a logias del G.O Español y hay logias que llevan nombres como la Hispano-Hebrea,
en Tánger. Aquí, como en Casablanca, en las logias españolas son gran
mayoría los sefardís. En Marruecos, como en Turquía, esos hermanos
piden al G.O. Español que gestione en Madrid la obtención de
nacionalidad para muchos de ellos, ya que para la comunidad judía ser
español constituye una forma de protección de la que tienen especial
necesidad quienes, como ellos, están normalmente amenazados por las
arbitrariedades del que califican como «mal llamado gobierno
marroquí».
Extractado de: Pedro
Sánchez Ferré, "Masonería y Colonialismo", en La Masonería Española
(1728-1939). Exposición, Alicante-Valencia, 1989, pp. 81-90.
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